Artículo de Opinión
Historia:
[Una
pobre mujer, cuyo hijo tenía que ir a la guerra, consultó al oráculo y recibió
la siguiente respuesta: “Irá, morirá no, vivirá”. A cualquiera le hubiese
extrañado la peculiar redacción de la profecía; pero la madre sólo quería que
el dios le garantizase que su hijo sobreviviría a la guerra, y dio por bueno el
extraño oráculo.
Desgraciadamente
el hijo murió en la primera escaramuza. La madre desolada intentó pedir la hoja
de reclamaciones en Delfos. El sacerdote se excusó: hoy día no hay manera de
encontrar buenos secretarios. ¡No saben ni poner las comas bien! El oráculo
correcto era: “Irá, morirá, no vivirá”.]
Como
se pudo apreciar en la historia de arriba, para comunicarnos eficazmente es
necesario el manejo de una buena ortografía, ya que de lo contrario, con una
sola falta, el sentido de lo que se quiere expresar podría cambiar totalmente.
Sólo
la primera frase es correcta, si se quiere demostrar cariño a la madre
(abrazar), mientras que en la segunda se habla de quemar (abrasar), de reducir
algo a las brasas.
Por
lo tanto, es trascendental reforzar el nivel ortográfico de los estudiantes,
con el fin de que sean personas competentes que se expresen de manera
coherente, eficiente y eficazmente en forma oral y escrita, con el fin de poder
manejar el lenguaje y modificarlo tanto como para lo necesario, como para la
vida cotidiana.
Aprendiendo
la importancia de saber darnos a entender de manera escrita, podremos modificar
y darle poder a nuestras palabras.
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